Como Señalamos el CEO de la WWE Vince McMahon ha estado lidiando con algunos problemas de salud en los últimos tiempos y aparentemente se trata de una diverticulitis.
Este término quizá les resulte familiar, debido a que fue la misma enfermedad que obligó a Brock Lesnar a abandonar el mundo de las MMA a finales de 2011.
Vince ya había padecido de la enfermedad hace unos diez años atrás y había sido hospitalizado durante varios días en junio de 2004.
Según una fuente cercana a la situación, Vince se rehusó a tomarse más tiempo libre del que ya se había tomado. Esto originó una discusión entre padre e hija en la que Stephanie comentó a Vince que si no estaba dispuesto a preocuparse por su propia salud, ella abandonaría la WWE.
Triple H se puso del lado de Stephanie y dijo que si ella abandonaba la empresa, él también lo haría.
Aparentemente esta discusión tuvo una precedente, que significó la renuncia de Shane McMahon de la compañía a comienzos de 2010 cuando, en un intento fallido, quiso convencer a Vince de tener él el poder de la empresa.
Ante la respuesta negativa de su padre, Shane buscó suerte en el ambiente ajeno al mundo del wrestling.
Ante la amenaza de renuncia de Steph y Hunter, Vince respondió a su familia diciendo no querer estar ausente en la apertura del WWE Network ni en las negociaciones por la concesión de las licencias de televisión, añadiendo que esos "serán grandes momentos en la historia de la empresa".
Sin embargo, aunque no estamos en condiciones de confirmar si estará en dichas aperturas, Stephanie y Triple H tienen como prioridad la salud del hombre que hizo crecer la industria del wrestling.