Está sobre la mesa la posibilidad de que Christian sea contratado como agente o productor una vez que se retire de los cuadriláteros.
Lo interesante está en que, aunque el canadiense decida no retirarse por unos años más, la directiva tiene pensado incluso desde antes de su última conmoción cerebral que este sea el último año del ex campeón mundial antes de colgar las botas.
Obviamente, el luchador podrá aceptar o no esta propuesta, pero las probabilidades de que continúe con la compañía si no llegase a aceptar serían remotas.