En base a varias conversaciones con gente cercana a la situación, WNW pudo descubrir el motivo que llevó a WWE a no optar por renovar el contrato de Justin Roberts, quien era considerado el anunciador más importante de la empresa.
Roberts fue despedido a raíz de los recortes presupuestarios, según dichas fuentes, y presuntamente no ocurrió nada externo a esto que haya encaminado a la compañía a accionar de esta manera.
Además, todo apunta a que Roberts pudo haber continuado con una considerable reducción en lo que a económico se refiere, pero terminó declinando la oferta y todo finalizó en buenos términos.
De este modo, damos por hecho que Roberts ya sabía que Monday Night Raw sería su última noche antes de su realización, lo cual da por erróneos los rumores de que se enteró una vez finiquitadas las grabaciones.