Cómo bien os informábamos hace unas horas, Sting, aparentemente, sufrió un duro golpe anoche durante su pelea titular contra Seth Rollins y dio signos de estar lesionado. Los primeros reportes aseguraban que The Vigilante acabó la noche bastante perjudicado, sin embargo, la situación no parece estar tan clara ahora.
Varios medios internacionales están empezando a divulgar que dicha lesión no existe y que Sting simplemente estaba vendiendo el dolor cómo parte del bookeo del combate. Esto podría ser cierto, pero los gestos de dolor eran bastante llamativos en el rostro de Sting y pudimos observar como Seth Rollins dialogaba con él para intentar sacar el final adelante. Además, recordemos que hasta cinco miembros del staff ayudaron a The Icon a regresar a backstage y en ningún momento se le enfocó una vez terminó la pelea, algo bastante llamativo en un evento estelar de tales magnitudes.
Y por si fuera poco, los dos medios más prestigiosos del wrestling profesional en Estados Unidos,PWInsider y F4WOnline, conciden en que la lesión fue real y de alta gravedad. La WWE no se ha pronunciado oficialmente al respecto, y no parece que tenga intención de hacerlo, pero de cumplirse los pronósticos podríamos estar hablando de un problema que acabaría con la ya dilata carrera de Sting.
Fijándonos en las repeticiones, el fatídico impacto parece que fue en la espina dorsal, y no en el cuello como originalmente se pensó. Estas lesiones suelen ser muy complejas y más en personas tan castigadas y longevas, como es el caso de Sting, que tiene 56 años y lleva más de 30 castigando su cuerpo.
Veremos como avanza la situación, pero no podemos descartar que Sting tenga que pasar por quirófano o descansar definitivamente hasta WrestleMania 32, evento en el cuál tendría lugar el tan deseado y rumoreado dream match entre él y The Undertaker.