Chris Jericho habló en su podcast Talk is Jericho, episodio 250 de su combate con Dean Ambrose y sobre todo, del spot con las chinchetas que marcó el combate.
"Tuvimos un público muerto debido al fantástico combate que vino antes, pero tienes que crear y construir el combate. Y lo construimos bien. Fue un combate genial en una forma diferente del fatal 4 way. Los fans se volverán locos al final del combate y eso es lo que importa. Es como Stairway To Heaven, empieza despacio pero luego tienes la guitarra en crescendo."
Según Jericho, estaba muy sorprendido cuando Vince McMahon aprovó elspot con las chinchetas.
"Estábamos muy sorprendidos cuando nos dijeron la idea del Asylum match. Nos sorprendió que Vince nos dejara usar las chinchetas. No se ha hecho en 10 años. Y era yo el que iba a recibir el golpe contra las chinchetas, Ambrose no podía recibirlo y ganar. No tendría sentido. Tenía que proteger el spot de las chinchetas porque, en mi opinión, nadie sabe lo que duele un suplex o un bodyslam. Pero toda la gente se ha clavado una chincheta o una aguja en algún momento y la gente sabe que duele. Puedes sentir y empatizar con el dolor. Hacer que al caer en las chinchetas, estás acabado. "
"Y otra cosa, la idea de fallar el spot. Estar intentándolo y nunca caer sobre ellas. La gente pensaría que ninguna iba a caer, la gente se habría enfadado muchísimo si no las hubiéramos usado. Y al final, intento, intento, intento y fui a por el Codebreaker y me lanza contra las chinchetas y seguido del DDT. Ese es el final, el Dirty Deeds."
También admitió que más que el dolor del momento, fue peor la anticipación del golpe.
"Lo peor fue la anticipación, estar todo el combate pensando lo que iba a sentir y al final, cuando me sujetó Dean durante tres, cuatro, cinco segundos antes de tirarme, estaba muy intimidado. Y cuando caí, fue como un shock. Como lanzarse a un río que tiene un poco de hielo, sabes que estará frío, saltas y te quedas como "Oh Dios mioooo" Eso sí, dolió un montón, pero no como si me clavaran un cuchillo. Es raro, incómodo."
De las 69 chinchetas que los médicos le quitaron, recuerda mejor tres de ellas que se clavaron en su mano.
Cuando tuve que vender el spot, casi todos los gritos eran reales. Y cuando me hizo el DDT, impactas con las manos y unas tres chinchetas se me clavaron ahí. No sé si los visteis, pero intenté enseñarlo para que viera la gente cuánto duele. Mi mano sigue doliendo, mi espalda y codo están bien. Siguen doliendo, pero lo que más me duele es la mano. Y unas chinchetas se me deslizaron por dentro de los pantalones. Si os dais cuenta, durante la cuenta, mis hombros estaban en el suelo, pero arqueaba la espalda porque no quería que se presionara de nuevo contra el suelo."
A pesar de que las chinchetas fue el arma más memorable, Jericho dice que fue otra arma la que le hizo más daño.
"Fue lo peor, la cinta de cuero. Dios, me dio un par de veces, intenté pararlo con las piernas, pero me dio de verdad. Cómo dolía."
"69 chinchetas fueron las que sacaron de mi cuerpo de una sola caída. Y valió la pena. Cada momento valió la pena. Estoy contento con este período, es uno de los más divertidos que he tenido desde casi, 2009. Para los que creen que me iré la próxima semana, no os diré cuánto voy a estar en la WWE, pero estaré en el Money In The Bank match. Estoy muy contento de estar en la WWE y de quitarme chinchetas del culo."
