El ex luchador canadiense de WWE y WCW estuvo invitado en Wrestling Observer Radio y aprovechó para hablar sobre la polémica en torno a la peligrosidad en Seth Rollins
Luego del comunicado oficial por parte de WWE que anunciase que el recién coronado Campeón Universal, Finn Bálor, se había lesionado tras recibir una Turnbuckle Powerbomb de Seth Rollins, la polémica se ha cernido sobre la figura de éste y en torno a si es o no un luchador peligroso. En este contexto, el ex luchador de WCW y WWE, Lance Storm, estuvo como invitado en la última edición de Wrestling Oberver Radio y quiso valorar el peligro de Seth Rollins y el propio movimiento.
Storm hizo hincapié en las distintas situaciones en las que el riesgo recae sobre ti mismo o sobre el rival, añadiendo que un luchador es peligroso cuando no tiene preocupación alguna por la integridad del oponente, algo que se refleja en ciertos movimientos. A continuación las declaraciones:
"Cuando estás lanzando a alguien de espaldas por encima o a través de cosas con las que sabes que va a quedar maltrecho... Mal. He visto a tipos que, si se quedan algo cortos, se van a reventar la cabeza en la barrera, si se pasan de alto, el otro va a destrozarse la espalda y quedar mal. Cuando tus movimientos son de alto riesgo pero el riesgo está en ti, y lo corres tú mismo, no hace falta que le des muchas vueltas. Pero cuando estás lanzando a alguien de espaldas, el riesgo está totalmente en quien estás lanzando, y no me gusta ese tipo de cosas, para nada. No me gustó nada cuando Sting recibió la Buckle-Bomb, y sigue sin gustarme nada cuando otros tipos la reciben".
Storm destacó, relativo al movimiento, que cualquier luchador en sus primer semestre entrenando aprende a recibir caídas como la de una Powerbomb contra la lona, pero cuando se trata de barreras del público, esquineros o bordillos, el golpe es impredecible y prácticamente no puedes absorber el impacto.
Sobre luchadores arriesgados pero seguros con sus rivales, el canadiense señaló a Tommy Dreamer como alguien que hacía cosas peligrosas, pero siempre siendo él quien se ponía en riesgo por el espectáculo, no a sus rivales.
