Durante la emisión de Clash of Champions Cesaro tuvo que ser intervenido por el equipo médico de la WWE después de sufrir un aparatoso golpe en la cabeza y en el brazo. El momento se produjo cuando Cesaro saltó sobre Sheamus hacia el ringside. El staff de la WWE apareció minutos después cuando Cesaro y Sheamus peleaban en la barricada y decidieron que el combate no debía continuar.
Bryan Alvarez de Wrestling Observer indicó en su cuenta de Twitter que Cesaro se encuentra en buen estado. El final de la pelea no tenía que haber terminado de este modo, por lo que se descarta que estuviera pactado. Al público no le gustó la decisión de WWE y comenzó a abuchear, pero la compañía no quiere correr riesgos, más aún después de lo sucedido con Randy Orton en Summerslam, y tomó la decisión más sensata.
Cabe destacar que éste era el último de la serie de siete combates entre Sheamus y Cesaro, pero el resultado sin ganador deja abierta la posibilidad de celebrar un último choque en otro futuro evento. Fue el vigésimo cuarto combate del año que terminó en "no contest" en un show televisado y el primero de la historia de Clash of Champions desde el año 2012.
