Scott Sims, abogado de Corgan fue el primero en poner sobre la mesa las pruebas para confirmar que TNA es una empresa insolvente y que debe dinero a su cliente. Sims dio unos cuantos titulares al asegurar que Dixie Carter debe dinero a los luchadores de TNA. Esto confirmaría la noticia que se publicó hace varias semanas. También llegó a decir que WWE esta negociando por segunda vez con TNA en estos momentos, y que la oferta que ha hecho es peor que la primera. En esta nueva oferta, WWE añade cláusulas de no competencia. Sobre este asunto, el abogado aseguró que la oferta de Corgan es mejor que la oferta de WWE. Durante la sesión, Sims informó que su cliente aceptó prestar dinero a TNA porque no tenía conocimiento de los problemas financieros que le habían sido ocultados. Cuando Corgan firmó con TNA se le dieron poderes de presidente pero no de administrador. Sims también declaró que TNA ha estado en la UCI en 5 ocasiones durante el año 2016 ya que en cada grabación de Impact Wrestling han tenido que conseguir préstamos.
Se dijo que Dixie Carter estuvo escuchando las declaraciones del abogado de Billy Corgan observando de forma pasiva.
Posteriormente, fue el turno para Travis Parham, abogado de TNA. Parham comenzó recordando que TNA es una empresa solvente que tiene merchandising y realiza shows a nivel Internacional. Parham pasó directamente a la acción tachando a Corgan de oportunista y chantajista. Según Parham, Corgan prestó su dinero a TNA y su único objetivo a partir de ese momento fue echar a Dixie Carter y quitarle todas sus acciones (el 92%, según el abogado). También quería deshacerse de todos los administradores de TNA para quedarse sólo al mando. Cuenta que cuando Corgan realizó su tercer préstamo se ofreció para comprar TNA, pero al recibir una negativa les denunció y provocó que todos sus acreedores comenzaran a dudar. El abogado recuerda que Corgan dice que TNA es una empresa insolvente cuando hace unas semanas la quería comprar. Parham alegó que el contrato entre Corgan y Carter es ilegal por lo que ella no debería de ceder sus derechos aunque la empresa se declarara insolvente.
