Stone Cold Steve Austin dejó claro en su entrevista con Vince McMahon, en diciembre de 2014, que estar en vivo en WWE Network no le impediría poner entre la espada y la pared al Chairman de la compañía, obligándolo a tocar temas que en aquel momento eran casi tabú dentro de WWE, tales como el despido de CM Punk, el manejo de Cesaro o el fin de la racha de The Undertaker. Ahora el COO de WWE, Triple H, sufrió el mismo destino.
Tras finalizar la edición de Monday Night Raw de este 2 de febrero de 2015, Triple H se sentó junto a la “Serpiente Cascabel” para hacer parte de su podcast, donde el eje central fue la situación actual del deporte espectáculo, que dista mucho de lo que ambos vivieron en la Attitude Era.
Para Triple H, esta es realmente la Reality Era, nombre que fue recibido, no solo por azar o efectos de marketing, sino porque, a diferencia de eras anteriores, el público no se interesa solo por las rivalidades y los sucesos que ocurren en pantalla, sino que está informado sobre las situaciones que suceden tras bastidores en la empresa y las relaciones entre los miembros de la WWE.
Enfocando esto a la polémica del Royal Rumble, Triple H señaló que tener un público informado hace que este sea más exigente sobre la producción, planeación y ejecución del producto que se presenta, pero además, mientras que en el pasado el público seguía la historia y consideraba que, en este caso, si un luchador ganaba el Royal Rumble era porque lo merecía, en cambio en la actualidad una victoria de este tipo se ve como un empuje recibido tras bastidores, lo que genera rechazo, por lo que también se borran las líneas divisorias entre los rudos y los técnicos.
A esta dificultad se suma el hecho de que mientras en la Attitude Era la WWE se enfocaba en un sector poblacional específico y buscaba brindar un producto que satisficiera las necesidades de dicho público, mientras que la WWE actualmente cuenta con un formato familiar, lo que implica que se tiene que satisfacer a niños pero también a jóvenes, adultos e incluso ancianos, lo que impide que todo el producto complazca a todo el público.
Para Triple H, decir que Roman Reigns no está listo para llegar a la cima de la compañía no es un argumento fuerte ya que en realidad nadie lo está, así como no lo estuvieron Austin o él, ya que es una gran presión la que se maneja desde esa posición y puede resultar en que el luchador baje su ritmo de trabajo o se convierta en un trabajador incansable, como lo es John Cena. Además, se mostró molesto porque se le pidiera apoyar a algunos luchadores que “trabajaban duro” cuando todos en la compañía lo hacen de igual manera, incluso quienes no reciben el apoyo del público.
Además, Steve Austin hizo a Triple H tocar otros temas, entre ellos, el sonado tema de CM Punk, su relación con Triple H y WWE. El COO dijo no tener ningún problema personal con Punk, pero aceptó que existían dificultades para comunicarse con él, sin embargo señaló que las puertas no están cerradas y, aunque pudiera ser un cliché, mientras el público lo pida siempre hay posibilidades de un regreso.
Sobre regresos, Triple H expresó su pasión por la historia de la lucha libre, lo que lo motivó a llevar al Hall of Fame a personajes tan importantes como Bruno Sammartino y Ultimate Warrior, lo que representó una gran satisfacción, principalmente en el último caso debido a los sucesos que lo rodearon.
El fin de la racha de The Undertaker fue otro de los temas que Stone Cold volvió a tocar en este podcast. Esta vez, Triple H se mostró indeciso ya que por un lado consideraba a la racha como un legado que no debería haber terminado nunca. Sin embargo, también entiende que The Undertaker haya devuelto al negocio parte de lo recibido con una nueva leyenda.
Como quizá el mayor producto de su posición directiva en WWE, Triple H habló de NXT. En este punto explicó que el aprendizaje de los miembros de NXT es transversal por lo que además de entrenar sus habilidades en el ring, encuentran su propia voz en las promos, desarrollan sus personajes y aprenden las particularidades del trabajo en televisión tales como el manejo de cámaras. Para apoyar esto y señalar la diferencia entre NXT y la industria independiente, Triple H contó una pequeña anécdota sobre la planeación de la entrada de Finn Bálor en NXT Takeover: R Evolution. Para este luchador, que fue una de las mayores estrellas en Japón, resultó abrumador planear su entrada porque mientras que en el país nipón solo debía entrar y luchar, el trabajo en WWE le exige conocer sobre los ángulos de las cámaras, el manejo de las luces y demás cuestiones que, finalmente, lograron que su entrada fuera un éxito en el evento.
Otros temas tratados por Triple H fueron su pasión por la industria desde los 5 años, la posible inducción de Chyna al Salón de la Fama de WWE y el trabajo de planear los shows.
Austin y Triple H compartieron una anécdota que les ocurrió mientras luchaban en Alemania. En una ocasión un asistente al evento saltó la valla y atacó a Austin. Al parecer el hombre tenía y gran tamaño y logró dominar físicamente al luchador, quien recibió varios golpes. Por suerte, Triple H entró al ring y aplicó a un suplex al miembro del público, salvando a Austin y dando tiempo a seguridad para que sacaran al individuo.
